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miércoles, marzo 07, 2007

Shhh...no hables tan duro que te escuchan!!!

Desde la semana pasada estoy pensando cómo abordar el tema del cual quiero hablar en este post, y es que no es tarea fácil hablar de la libertad, especialmente tratándose de la libertad de expresión. Y es que tratar de definir los límites de esa libertad, cuándo es bien interpretada y cuándo se convierte en bandera de verdaderas atrocidades, es labor titánica. Por eso, al que me lee de antemano le digo que no me voy a dar a la tarea de levantar sentencias concluyentes, simplemente voy a ejercer mi derecho a expresar libremente lo que pienso al respecto.

Hace poco vi en algunos blogs y en noticias digitales de diferentes países, que comentaban el caso de un joven egipcio de nombre Abdel Kareem Nabil Soliman, quien fue sentenciado a 4 años de prisión por haber escrito en su blog una crítica al Islam, o más que una crítica, su visión personal, su propio enfoque de cómo en nombre de la religión se comenten actos de barbarie. El post en cuestión se titula “La verdad desnuda acerca del Islam tal como pude verla en Maharram Beh” y describe el ataque violento y desmedido de un grupo musulmán a cristianos coptos en cierta región de Alejandría, además explica que este hecho no es una acción aislada, por el contrario se trata de una actitud constante y completamente coherente con sus creencias de “aniquilar” a cualquier “infiel”.

Pero no crean que el asunto queda simplemente en un condena a prisión, lo cual ya es para muchos de nosotros un exabrupto pues el joven lo único que hizo fue dar una opinión a través de un medio ultra personal como puede ser una bitácora, no, no sólo es eso, para colmo de males y para terminar de dar los toques oscuros a la historia, el padre del joven solicitó la ejecución si su hijo no ofrecía una disculpa pública por haber ofendido gravemente al Islam, escucharon o, mejor dicho, leyeron bien, el padre ha pedido que asesinen a su vástago (¡¿qué progenitor pide la muerte de su propia sangre?! ¿¡qué clase de ser humano es ese?!)

Hasta aquí creo que estaremos de acuerdo al decir que hay un irrespeto flagrante a la libertad de opinión y pensamiento de ese joven, quien por expresar sus ideas ha terminado confinado en una cárcel y repudiado por su familia. ¿Eso acaso quiere decir que para ser aceptado por su grupo social o simplemente para no ser acribillado por pensar diferente, ese joven debería cerrar la boca, enterrar la pluma y más nunca volver a hablar o escribir del tema, y así simplemente pasar como bajo perfil en un medio implacable con quienes no acogen como propias sus doctrinas? ¿Se trata de eso? Ustedes me dirán.

En este punto saldremos a rasgarnos las vestiduras románticamente en nombre de la libertad de expresión y su defensa…y todos contentos, sintiéndonos excelentes seres humanos que luchamos por nuestros derechos fundamentales.

¡¡¡Aplausos!!!

Sin embargo, esta moneda que parece muy lustrosa tiene un lado oculto, oscuro y bizarro.

Precisamente por los días en que leí las noticias sobre Kareem, tuve oportunidad de ver en televisión un programa muy interesante sobre los diferentes peligros con los cuales nos podemos topar en la web y me consigo con que en internet hay páginas en las cuales adolescente deprimidos y atravesando por los problemas propios de la edad se dan consejos pormenorizados sobre cómo suicidarse, estoy hablando de que discuten con todo detalle procedimientos para terminar con su vida de la manera más efectiva posible, de hecho en muchas de estas páginas hay “medidores” que indican cuál es el mejor método en función de la rapidez con la que se ejecuta y el dolor que implica para el que lo practique (sí, cual si fuera un termómetro que indica la temperatura, así), dan instrucciones completas de cómo escribir la nota de despida para los familiares, en fin comparten el paso a paso de cómo terminar con sus días en este mundo.

Se mencionaba el caso de una chica, cuyo nombre confieso no recordar porque me encontraba en absoluto shock, adolescente como cualquier otra, que en términos generales se diría que era aparentemente feliz o al menos eso fingía ante su familia, lo cierto es que era constantemente rechazada por sus compañeros de clases gracias a su apariencia física y por su peculiar forma de ser (tal vez no encajaba en los patrones de belleza comúnmente alabados y sus habilidades para desenvolverse socialmente no eran las más lucidas) y cayó en una depresión al verse aislada, sin amigos , sintiéndose completamente fuera de lugar en un período de la vida en el que la aceptación por parte del grupo es tan importante. La muchacha buscando una vía de escape en internet, se encuentra con una de estas páginas pro-suicidio...desgracia total, la chica se hundió cada vez más profundo en el abismo en el que se encontraba y las únicas voces que escuchaba no la ayudaban a salir, por el contrario la alentaban a terminar de una vez con su tortura. Como resultado la chica simplemente sucumbió y se suicidó.

Cuando la familia, investigando por qué su hija había acabado con su vida, encontraron estas páginas de internet que la chica visitaba constante, quisieron emprender acciones legales contra los promotores de tales páginas pues estaban absolutamente convencidos que de no haber sido por el contenido allí expuesto y su presión constante sobre la jovencita, ésta no habría optado por el suicidio. Parece completamente razonable, pero ¿ustedes creen que pudieron hacerlo? Pues no, porque en Estados Unidos sólo se considera culpable de incitación al suicidio a quien se encuentra físicamente presente en el momento del acto en sí, es decir que si la chica había actuado sola y sin presencia de más nadie en el lugar, entonces la única responsable era ella...y punto...así de simple...así de triste.

Y, ¡¿ahora qué hacemos?! Pues salir corriendo a rasgarnos las vestiduras nuevamente, porque resulta aterrador pensar que en la web encontremos semejantes atrocidades, que libremente veamos verdaderas apologías del delito y odas a la muerte en internet y que simplemente no sepamos donde está el freno para detener ese horror. ¡¡¡Eso es simplemente abominable!!!

Pero a estas alturas, alguien que juegue a ser abogado del diablo diría: esos chicos deprimidos también tienen derecho a expresar su tristeza, también tienen derecho a ventilar sus corazones y espíritus doloridos; ellos tienen el mismo derecho que Kareem a dar sus opiniones, a decir lo que piensan y lo que sienten, no se puede coartar la libertad de expresión en ninguno de los casos.

¿Y las consecuencias del ejercicio indiscriminado de esa libertad de expresión?¿En dónde están los límites?¿Acaso no hay fronteras?

Tal como lo dije al principio, no pienso contestar estas preguntas ni voy a dar conclusiones, que cada uno se responda a la luz de su conciencia, total cada quien es libre de pensar lo que quiera...¿cierto?

1 comentarios:

Unknown dijo...

quizas desde el punto de vista islamico mas puro, la condena a Abdel Kareen sea vista como un acto de justicia, sin embargo desde nuestro punto de vista occidental puede lucir como un acto primitivo que atenta contra un derecho humano fundamental, mas en el caso de los jovenes que orientan acerca del mejor metodo para el suicidio a traves de paginas en la web se da el caso contrario. ningun padre quiere que un hijo suyo visite una de esas paginas, en ese caso todos diremos que el exceso de libertad de expresion es condenable tambien.
yo creo que que el exceso de libertad de expresion es preferible a cualquier medio que la coarte o la castigue.

quizas en nuestro pais tengamos que salir pronto en defensa de esa libertad.