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martes, octubre 24, 2006

Empezamos con una Metedura de Pata


Si bien es cierto que desde hace algún tiempo vengo escuchando sobre el auge de los blogs, debo reconocer que nunca llamó mi atención eso de estar exponiendo la vida privada (relatos personales, vivencias, fotos y demás menesteres) casi como si se tratara de una especie de vitrina en una tienda de última moda, y mucho menos pensar que alguien completamente desconocido para mí viniera a pegar las narices del vidrio emulando a esa típica escena de película de navidad en la que los niños corren por las calles a ver los aparadores recién decorados en las tiendas de la cuidad teñida de blanca nieve. Sin embargo más pudo la curiosidad y el frenesí de la tecnología y las comunicaciones que el celo por la privacidad de mis pensamientos, así que sólo para explorar decidí sumergirme en varios de estos espacios para ver realmente de qué se trataba.

No voy a explicar cómo resultó la experiencia, pues es evidente que terminé creando uno propio y aventurándome a exhibirme en mi caja de cristal hecha a la medida, lo que sí resulta curioso es que el primer acercamiento que tengo con estas lides de los blogs sea precisamente para relatar una metedura de pata...o mejor dicho, una torcedura de pie.

El viernes pasado, con el cielo abierto en dos y cayendo sobre Caracas, decidí irme para la playa con mi novio y unos amigos. Ya todos sabemos que ese día fue el remake del diluvio que hizo famoso a Noé, sólo que esta vez en lugar de emparejar animales en un barco monumental para preservar las especies, éramos seres humanos los que tratábamos de sobrevivir a las inclemencias del tiempo, sin embargo nosotros nos embarcamos en el carro, cual si se tratara del arca y arrancamos para Higuerote.

Una vez que divisamos tierra y apareció la paloma con la hoja de laurel, nos instalamos cómodamente para disfrutar de la playa, la calma y el relax. Hasta allí todo bien, todo en orden, sin novedades, mucho sol, mar abierto, niñitos corriendo por la arena, parafraseando a alguien que conozco: "como de revista".

El fin de semana transcurría en perfecta armonía hasta que llegó el día Domingo. Nos levantamos cerca del mediodía, desayunamos (o almorzamos, como lo quieran ver) y nos fuimos directo a la piscina a vegetar como morsas, yo particularmente me dediqué a tratar de agarrar un poquito de color, pero nada el sol fue mezquino conmigo y apenas me regaló un poquito de dorado...en eso pasaron las horas, agua, sol, jugar con un perrito que andaba por allí y al cual bauticé como Manchita, hasta que llegó el momento de recoger velas e irnos a la casa a organizar todo para regresar a Caracas.

Y fue aquí donde ocurrió el suceso en cuestión: medio mojada, con la toalla apenas agarrada con la mano que me quedaba libre y en la otra sujetando una silla plegable empecé a caminar, feliz como si nada existiera a mi alrededor, completamente distraída y de repente, de la casa del vecino, salió corriendo como una rayo una Pastor Alemán de un tamaño que en ese momento me pareció desproporcionado, ladrando a un volumen de sistema de sonido Dolby del mejor cine VIP, y mostrándome unos colmillos de Tigre dientes de Sable que me dejaron petrificada, sólo atiné a dar un alarido e interponer la silla entre el animal y yo...claro, con el jaloneo y con Manchita brincando a mi alrededor todo asustado, me resbalé de mis súper plataformas playeras (la coquetería siempre por delante) y me doblé el tobillo.

Así llegué a Caracas y he pasado estos dos días, con mi tobillo quejumbroso y apretado en una tobillera, con analgésicos que no surten mayor efecto y con cremitas que tampoco cumplen con su función. Por lo momentos me resisto a ir al médico, porque sospecho cuál será el resultado de la consulta y no quiero ni imaginarme con un yeso andando por allí en medio de la lluvia (tal como me pasó esta mañana para ir a una reunión de trabajo, porque no puedo ni manejar) o pidiéndole a mi novio que me lleve y me traiga para todos lados.

Pues, heme aquí gente, iniciándome en el mundo de los blogs, sucumbiendo finalmente a estrenarme en mi vitrina personalizada y haciendo mi primera aparición con el tobillo doblado!!!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pobre... es muy triste lo que te pasó... y como sigues?

Espero que te mejores pronto.. no te olvides de los que te quieren...

Johana Albrecht dijo...

Estoy mucho mejor, gracias!!!

Epa sólo dime una cosa, quién eres?

Saludos.-